viernes, 1 de febrero de 2008

método de recorte

Un amigo, Brion Gysin, poeta y pintor norteamericano, que había vivido en Europa durante treinta años, fue, por lo que sé, el primero que creó un collage. Su poema-collage, Minutes to Go, fue difundido por la BBC y más tarde publicado como folleto. Yo estaba en París el verano de 1960, fue después de la publicación de El almuerzo desnudo. Me interesé por las posibilidades de esa técnica, y empecé a experimentar por mi cuenta. Por supuesto, si se lo piensa bien, La tierra baldía fue el primer collage de recortes, y Tristan Tzara también ha trabajado en la misma línea. Dos Passos usó la misma idea en todas las secuencias de “El ojo de la cámara” en U.S.A. Sentí que yo también había estado trabajando con el mismo objetivo, de modo que para mí fue una revelación importante cuando vi que era algo que verdaderamente se hacía.
Cualquier fragmento narrativo o cualquier fragmento, digamos, de imágenes poéticas está sujeto a cierto número de variaciones, todas las cuales pueden ser interesantes y válidas por derecho propio. Una página de Rimbaud recortada y reacomodada ofrecerá imágenes bastante nuevas. Imágenes de Rimbaud —verdaderas imágenes de Rimbaud—, pero nuevas. Los recortes establecen nuevas conexiones entre imágenes, y en consecuencia el espectro de visión de uno se expande.
Si quiero hacer un recorte de esto (toma un ejemplar de The Nation), podría hacerlo de muchas maneras. Podría leer a través de las columnas, y podría decir: “Los nervios del hombre de hoy nos rodean. Cuando la extensión tecnológica sale al exterior implica un acto de entorno colectivo. El mismo sistema del entorno nervioso humano puede ser reprogramado con todos sus valores privados y sociales porque es contenido. El programa lógicamente con tanta facilidad como cualquier red radial es engullido por el nuevo entorno. El orden sensorial”. Verá que tiene casi tanto sentido como el original. Uno aprende a descartar palabras y a hacer conexiones. Supongamos que cortara esto aquí en el medio, y que pusiera esto otro aquí. Su mente simplemente no lo manejaría. Es como tratar de tener en mente una gran cantidad de jugadas de ajedrez, simplemente sería imposible. Los mecanismos mentales de represión y selección también actúan en su contra.
Los recortes hacen explícito un proceso psico-sensorial que de todos modos funciona todo el tiempo. Alguien está leyendo un periódico, y sus ojos siguen la columna del modo aristotélico adecuado, una idea por vez, una oración por vez. Pero subliminalmente está leyendo las columnas de ambos costados y es consciente de la persona que está sentada a su lado. Eso es un recorte.
Como ejercicio, cada vez que hago un viaje, como por ejemplo de Tánger a Gibraltar, lo registro en tres columnas en un cuaderno que llevo conmigo. Una columna contiene simplemente una crónica del viaje, lo que ocurrió. Llegué a la terminal aérea, lo que dijeron los empleados, lo que escuché en el avión, en qué hotel paré. La columna siguiente registra mis memorias, lo que pensaba en ese momento, y los recuerdos activados por los encuentros, y la tercera columna, a la que llamo mi columna de lectura, consigna las citas de los libros que haya llevado conmigo.


William S. Burroughs

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